¿Son la misma persona? El martes 24 de mayo de 2022, un joven de 18 años y origen latino identificado como Salvador Ramos irrumpió con armas en el colegio Robb Elementary School de la localidad de Uvalde (de unas 16.000 personas, Texas) y horrorizó más, si todavía cabía, a las familias de Estados Unidos y el resto del mundo: mató a 19 niños y dos profesoras, antes de morir él mismo en el atentado. Una de las más terribles en la larga retahila de masacres en instituciones educativas de EEUU, un país con tradicionales normas laxas para la adquisición de poder de fuego.

Selfie en redes sociales y retrato facial que las autoridades han identificado como correspondientes a Salvador Ramos, el solitario y retraído asesino de niños de la masacre de Uvalde

Desde ese mismo día (24/05/2022), en redes sociales, se difundieron fotos de personas vestidas con falda -una de ellas con la bandera que reivindica los derechos de las personas trans- que algunos usuarios viralizaron como imágenes de Salvador Ramos, el asesino de niños de Uvalde.

Entre estos usuarios, hubo quienes quienes explicaron la masacre a partir de la presunta "enfermedad mental" o "distrofia de género" del supuesto Salvador Ramos de las fotos. Para el 26 de mayo de 2022, los administradores de la red social Twitter ya estaban eliminando algunos de estos tweets por incumplir sus normas. 

Como verificó una cuenta aliada en Venezuela, Cazadores de Fake News (25 de mayo de 2022), es falso que las fotos de la persona vestida con ropa tradicionalmente femenina correspondan a Salvador Ramos.

En la plataforma Reddit, el verdadero joven que aparece en una de las fotos vestido como "mujer" —según las convenciones sociales dominantes en Occidente—, con una blusa de Coca Cola, hizo una publicación aclarando que ni siquiera vivía en Texas.

La otra imagen (la de la blusa negra y menos iluminada y frontal) tampoco corresponde con ninguna de las que Ramos publicó en sus redes sociales antes de morir asesinado por un agente de seguridad, tras la masacre que el adolescente inició.

No hay evidencia —hasta esta fecha— de que Salvador Ramos se haya vestido "de mujer" o que practicara el travestismo (vestirse o arreglarse con aspecto que tradicionalmente se atribuye a otro sexo).

¿Y si la hubiera?

Según la Organización Mundial de la Salud, para 2022, ni el travestismo ni la transexualidad pueden ya considerarse trastornos mentales, como en el pasado. Establecer un vínculo entre la autoría de un crimen masivo y una presunta "enfermedad mental" o "desviación sexual" carece de fundamento científico y puede estimular prejucios y odio hacia grupos sociales.