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ELECCIONES 2024 | ¿Cómo leer encuestas electorales?

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En EsPaja te damos algunos datos para leer y analizar una encuesta electoral. No te quedes paralizado, escarba entre los numeritos antes de sacar una conclusión y date cuenta que la publicación de la encuesta tenga consigo algunos datos como el método de muestreo y margen de error, entre otros

Por:  EsPaja

18-04-2024

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Estamos a pocas semanas de que comience la campaña electoral para las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. Ya algunas encuestas han asomado las narices y los electores comienza a analizar lo que dicen los números de las diferentes encuestas que se presentan en el país. En EsPaja, te damos algunos datos para que puedas leer las encuestas, lo mejor posible.

Antes de cada proceso electoral es frecuente ver que algunos medios de comunicación, influencer y periodistas publican  -y analizan- estudios de opinión pública a los que no tienen acceso en su totalidad, lo que ocasiona que el análisis se haga en función de algunas pocas láminas en Power Point de las que se desconoce la ficha técnica del estudio que sirvió de base para elaborarlas, el método de muestreo, el cuestionario formulado y el orden en que se realizaron las preguntas.

Internacionalmente se considera que conocer estos datos, además del error muestral, confianza, tablas de datos, etc., son algunos de los indicadores para decidir publicar el resultado de un trabajo de opinión pública. 

¿Cómo influyen las encuestas en los procesos electorales?

Según el libro del profesor Seijas, Investigación electoral durante una campaña se realizan distintos tipos de encuestas: selección del candidato, de control, de arranque de campaña, durante la campaña, final de la campaña y última de la campaña. Estas encuestas -según explica Seijas- “toman su nombre dependiendo del momento de realización y cada una tiene su finalidad y objetivos determinados”. 

Seijas aclara que hay personas “en los comandos de campaña, interesadas en darle uso a estas encuestas con fines publicitarios cuando les favorecen, en especial, cuando ocupan el primer lugar, en la creencia de que pueden modificar la conducta del elector y aumentar la ventaja o, en el peor de los casos, mantenerla, por aquello de anotarse al ganador (…). Nada más incierto. No hay estudio científico alguno que demuestre que los votantes cambien de parecer por los resultados de las encuestas dadas a conocer durante las campañas electorales (…). Hay evidencias, según las cuales, la creencia en el efecto ganador, sobre todo cuando dista del momento de las elecciones, carece de formalidad científica”.

10 Claves para analizar las encuestas

La mayoría de los electores venezolanos, sin acceso completo a todos los estudios de opinión pública, deben estar desconcertados por el baile de cifras en PowerPoint. Para ellos van las siguientes recomendaciones (que ya hicimos ante de la elección presidencial de 2006)

  1. Fotos. No futurología. Los estudios de opinión pública son como fotografías. Describen a la perfección una situación (que ocurre dentro de su fecha de campo) pero no deben utilizarse para “predecir” el futuro.
  2. Datos vs. interpretación. Una cosa es el dato que se obtiene de preguntas concretas y otra la “interpretación que se hace de ese dato”.
  3. Trayectoria. En una campaña siempre aparecerán encuestadoras. Algunas que optan por elevar su perfil de opinión pública y otras que son creadas simplemente para potenciar una estrategia de campaña. En Venezuela, no es común que se divulgue la empresa, partido o medio de comunicación que pagó un estudio de opinión, el Media Studies Center, del Freedom Forum, considera que este dato es vital. Conocer esta información le servirá para obviar las encuestas hechas como parte de una campaña.
  4. Entrevistas. Las encuestas dan resultados aproximados, por esto mientras mayor sea el número de personas entrevistadas, menor será el error debido al tamaño de la muestra. No obstante, es un error pensar que “más es mejor”. Las principales firmas de opinión del país consideran que muestras de 1.200 personas seleccionadas aleatoriamente son lo suficientemente representativas para “retratar” la opinión de todos los electores.
  5. Método de elección. Si se desconoce el método de selección de los entrevistados los resultados deben colocarse en duda. Para reflejar la opinión pública con precisión, es necesario emplear muestras aleatorias o probabilísticas.
  6. Grupo de análisis. Es vital saber de qué grupo fueron escogidos los entrevistados. Las encuestas deben precisar qué área (nacional, regional, municipal), a qué grupo (votantes inscritos, personas sin derecho a votar, simpatizantes de partidos) o a qué estrato (A, B, C, D, E) pertenecen las personas seleccionadas.
  7. Todos o algunos. Se pueden interpretar erróneamente los resultados de una encuesta si sólo se conocen los resultados de una o dos respuestas de todo el estudio, o si sólo se informan los resultados de un subgrupo. Por ejemplo, puede manipularse la opinión pública si los resultados de un subgrupo (sólo simpatizantes del candidato A, o habitantes de un municipio específico) se generalizan como representativos a todos los candidatos.
  8. La fecha. Las coyunturas suelen modificar sustancialmente la intención del voto (por ejemplo, el atentado terrorista en marzo de 2004 en Madrid); por esta razón, al interpretar los resultados de las encuestas se debe considerar la fecha en que se realizó el estudio de campo y el tiempo invertido en la tabulación y procesamiento de resultados.
  9. El error muestral. El error de muestreo es básico al analizar resultados generales de intención de voto. Un margen de error de 3% quiere decir que si se volvieran a entrevistar a todos los adultos de un país y se les planteara las mismas preguntas, las respuestas obtenidas quedarían tres puntos porcentuales por arriba o tres puntos porcentuales por debajo. Si un candidato tiene 51% de apoyo popular, este número puede ser realmente 48 o 54%.
  10. Las preguntas. Si la distancia entre dos candidatos es menor al margen de error (Candidato A: 51%; Candidato B, 49%, error de 3%) no debe concluirse que uno aventaja al otro. Lo correcto es decir que la elección está reñida o que existe poca diferencia. En este punto es importante conocer la redacción de las preguntas y el orden. A veces, el orden de las preguntas condiciona el resultado.

¿Cómo se utilizan las encuestas en los pronósticos electorales? 

Durante el proceso de campañas electorales se realizan muchas encuestas, según el profesor Seijas -citando el libro de Stoetzel y Girard- “el resultado de una encuesta no es verdadero sino en los límites de un intervalo de confianza. Esto bastaría para destruir el argumento de quienes han llegado hasta a pensar que las encuestas podrían sustituir a las elecciones”. 

¿Es conveniente publicar las encuestas? 

Según Seijas “lo recomendable al publicar las encuestas, sería citar la fuente y acompañarla de una ficha técnica que debe informar el tamaño de la muestra, el tipo de muestra, los ámbitos del estudio, el período de recolección del dato, errores tolerables (máximos admisibles) y niveles de confianza (…).

Es casi inevitable la llamada guerra de las encuestas, lo lastimoso es que las que más proliferan a través de los medios de comunicación son, por lo general, las menos fundamentadas técnicamente y hasta manipuladas con fines propagandísticos contra las que en verdad son elaboradas con todo el rigor científico y que son las que cumplen con el deber de brindarle al usuario un producto de buena calidad. Esta guerra es casi imposible de controlar. En todo caso, se debe persuadir a los actores del daño que se comete y de sus efectos”. 

Por otra parte, el reconocido padre de la consultoría política Joseph Napolitan argumenta: “Las encuestas que son publicadas ponen usualmente casi todo su énfasis en lo que los encuestadores llaman los resultados de las carreras de caballos: quién está adelante y por cuántos puntos. Aunque siempre es interesante, esta información no es en particular valiosa para la planificación de las campañas (…). Un hecho indiscutible acerca de las encuestas políticas es el siguiente: Las encuestas no ganan elecciones. Lo que gana elecciones es el uso que el candidato hace de la información que obtiene a través de las encuestas”. 

10 preguntas que deben responderse antes de publicar

No todas las encuestas son iguales, pues no todos los sondeos son hechos de la misma manera. Algunos emplean metodologías más adecuadas que otros, y unos publican más información al público sobre estos métodos que los demás. No obstante, antes de publicar datos sobre una encuestas es necesario poder responder a estas 10 preguntas:

  1. ¿Está la población entrevistada claramente definida?
  2. ¿Se especifica el método de selección utilizado?
  3. ¿Se detalla el método de muestreo?
  4. ¿Quién encargó la encuesta, quién la envió al medio?
  5. ¿Se indican los datos esenciales de la muestra?
  6. ¿Se indica la ubicación grográfica de la muestra?
  7. ¿Se conoce el cuestionario y el orden en que se formularon las preguntas?
  8. ¿Se conoce el porcentaje de rechazo?
  9. ¿Se conocen las fechas exactas del campo?
  10. ¿Cuál es la trayectoria de la firma?

Fuente:  “Investigación electoral” del fallecido profesor Félix Seijas (padre), publicado por la Universidad Central de Venezuela en 1998. 

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